Unos días antes al 15 de
septiembre se habían lanzado todas las alertas para gran parte de la República
Mexicana, incluyendo a Tamaulipas, pero lo que más causaba admiración; era que
los periódicos dijeran que llegaría a Tula, Miquihuana y Bustamante.
Pues la sabiduría popular de
Bustamante siempre asegura que estamos en un lugar donde muy pocas veces llega
un meteoro fuerte, sin embargo recuerdan cachitos de acontecimientos que
pusieron en jaque a la población en diferentes décadas.
Platicando con un señor
vecino y amigo de nombre Francisco Rodríguez Obregón, me dijo. ¿Qué hay de bueno
para Victoria profesor? _ Respuesta - Mucha agua don Pancho. - ¿Qué bueno, aquí no
quiere, pero de repente todo puede suceder? Y quiero decirle, que estamos en un
buen lugar, no hace mucho calor, los que fundaron el pueblo, no se equivocaron,
continuó diciendo mi amigo…..
Mire profesor, sin embargo
hay que tener mucho cuidado, porque cuando llueve muy fuerte, el agua que baja
del puerto de la Joya de Herrera, el Pantanito y el Cerro de San Miguel, hace
un desastre a los que viven por esos solares del “patolar” y ya lo hemos visto
en otras ocasiones, peor tantito si se juntan las aguas del Rincón Santo.
Don Francisco Rodríguez
Obregón, es muy observador y tenía razón, pues ya se había dicho que llegaría la
lluvia muy fuerte a Bustamante y la región. En las fiestas del “Grito de
Independencia de México” por celebrarse en la presidencia municipal, fecha
indicada para reinaugurar la reconstrucción del edificio ya con su balcón
principal y la primera campana del ayuntamiento, ya como a las 10 de la noche, se
comentaba que el huracán “Ingrid”, había entrado a Tamaulipas por el municipio
de Soto la Marina, por lo tanto ya estaba en Tamaulipas y Bustamante,
precisamente cuando el presidente Juvencio Becerra Pérez, empezó a dar el grito
de independencia, inició una lluvia leve, pero el pueblo ahí estaba presente y
emocionado, terminó el evento, la lluvia siguió por varias horas y como a las 3 de la mañana del día 16
del mes y año, cuando se quitó un poquito, fue el momento que se aprovechó para
retornar a los hogares, los que nos quedamos un rato más.
Por la mañana, se tenía
programada una parada cívica en la “plaza de armas” a partir de las 8:30, con
la asistencia de las escuelas de la villa, estas participaron, vigiladas por
sus directivos, maestros, auxiliares y algunos padres de familia.
Después de las 12 del día,
iniciaron las gotas leves de la lluvia, serían las cuatro cuando fue más
constante, de tal manera que arreció la misma toda la noche del 16, para
amanecer el 17, un verdadero desastre, pero sin pérdidas humanas, qué
afortunados los que sufrieron el problema, porque gracias a Dios, no se lamentó
deceso de vida humana ninguna.
A partir de las 3 de la
mañana, salieron algunas personas a pedir auxilio, siendo Martín Rodríguez
Tejada, quien tuvo que romper parte de su vivienda de adobe para ponerse a
salvo con su familia, lo mismo hicieron Juan Rodríguez, Miguel Rodríguez y
otros ciudadanos que viven después de la calle Josefa Ortiz de Domínguez, parte
norte del pueblo.
La problemática de estas
familias no es novedad, en años anteriores el señor Ismael González Silva y su
esposa Agustina Rodríguez Hernández con toda su familia, también se llevaron el
susto de su vida con la corriente, optando por buscar un solar dentro del
pueblo, donde estuvieran más seguros, ellos le pueden contar su propia
historia.
Algunas autoridades
anteriores quisieron poner remedio al desviar la corriente, pero a las
siguientes se les olvidó el peligro y los habitantes empezaron a crecer sus
solares sin medir el riesgo a futuro.
Es recomendable, que la
autoridad actual, los vecinos del barrio y las autoridades futuras, pongan el
dedo sobre el problema, canalicen correctamente la corriente y prohíban el
crecimiento sin orden, para tranquilidad de los habitantes, aunque aclaro: las
aguas del arroyo grande del pueblo, lloviendo demasiado, son incontrolables y
con la naturaleza, no se juega, no se puede, por lo tanto debemos medir los
problemas de este tipo, que suelen presentarse con el tiempo lluvioso y
copioso. Res non verba.
POSDATA.
Me
uno al dolor de la familia Hernández Vargas, quienes sufrieron la pérdida de su
padre, Don Herminio Hernández, el día 17 de septiembre por la mañana de muerte
natural, siendo sepultado en el panteón municipal el siguiente día 18 de los
corrientes, por la tarde. D. E. P. Don Herminio.
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