viernes, 17 de agosto de 2012

LOS CRONISTAS DE LA PLUMA DE ORO


 (Crónica Mocorito 2012)


            Los cronistas de las diferentes partes del país, ya estábamos identificados y comenzamos a convivir felizmente, para el día 27 de julio nos correspondía visitar al municipio de “Mocorito”, Sinaloa, México. Mocorito significa: Lugar de muertos, según los datos del libreo El lugar de la resurrección. Por lo tanto, los que nos hospedamos en el hotel sede, nos levantamos a desayunar, fue entonces cuando se acercó hasta nuestra mesa el compañero profesor Armando Parra Lau, cronista de la ciudad de Tuxtla Chico, Chiapas, autor del libro: “Tuxtla Chico historia tradiciones y leyendas”. Este compañero nos ofreció unos sabrosos frutos de su estado que nos comimos sabrosamente y en seguida dieron las ordenes de marchar hacía Mocorito, donde nos esperaba la presidenta municipal Lic. Gloria Himelda Félx Niebla y su honorable cabildo para darnos la bienvenida en reunión solemne y así fue.

 Presidenta Municipal de Mocorito, Sinaloa. (2011 – 2013)

            Una vez que llegamos a Mocorito, vi una seguridad impresionante, no me quise quedar con la menor duda y entrevisté brevemente al nuevo presidente nacional de los cronistas, profesor Crescencio Montoya Cortés, quien me contestó lo siguiente: Mira compañero de Tamaulipas, el señor Gobernador giró las indicaciones siguientes: “Quiero que cuiden a los cronistas de la pluma de oro nacional, los cronistas de México”. Por lo pronto deben de tener la máxima seguridad, continuo diciendo Crescencio…En estos momentos, hay más de 600 elementos, entre federales, estatales, civiles, protección civil y municipales, pues sabemos que el Congreso estuvo amenazado por falsas alarmas, pero es todo lo contrario.

Profesor Crescencio Montoya Cortés y J. León Rodríguez Zúñiga, en Mocorito, Sinaloa.

La entrevista, fue en las vísperas de la reunión solemne con la presidenta municipal, quien nos atendió cordialmente y después nos fuimos a las mesas de trabajo donde el café y los bocadillos hacían mas ameno el momento, como aquello de las 12:30 horas, le pedí información a un mesero sobre la comida y me aseguró, no se preocupe desde ayer amarramos la vaca para matarla y darles de comer a todos; mientras tome su café. En Mocorito, toda la gente es muy atenta, claro que habrá detalles, pero lo que vimos, fue tranquilidad, tiene una iglesia colonial que conserva todo su mobiliario primitivo, con mucha pena acompañamos el cuerpo de un cronista que murió un día antes, cronista de Mocorito y después a la foto del recuerdo. De ahí de Mocorito, es el general más joven que dio la Revolución Mexicana “Rafael Buelna”, que por cierto muy pronto saldrá una película de su vida y obra, a Buelna, lo he localizado muy cerca de Carranza, Obregón y el Gral. Alberto Carrera Torres.

            Les comentaba que un mesero me dijo que la vaca estaba lista para la comida,… cuando llegó la hora del alimento nos trasladaron a una palapa sobria, donde tenían los mejores platillos, hasta un queso muy rico, tortillas a mano, banda de viento al estilo Sinaloa y entonando el corrido del “Moro y la Mora”, de Crescencio Montoya Cortés (autor), y el sinaloense de rigor, para cuando llegué a la mesa, ya estaba el licenciado Martín González Tejada con un buen amigo de nombre:  Nicasio Antonio Román, regidor del H. Ayuntamiento de Salvador Alvarado, Sinaloa.(Guamúchil), quien nos brindó todas las atenciones.
 Ing. Nicasio Antonio Román y el cronista de Mineral de Bustamante, Tamaulipas. J. León Rodríguez Zúñiga. En Rosa Morada, Mocorito, Sinaloa, tierra de “Los Tigres del Norte”.

Después de la comida, nos llevaron a presenciar el juego denominado: “Ulama”. El Ulama es un juego prehispánico que se ha vuelto una tradición para algunas familias de Sinaloa. Se juega con la presencia de dos equipos y utilizan una pelota que pesa aproximadamente medio kilo y le pegan con el antebrazo, pero si la topas con la mano puede causarte problemas por la velocidad y el peso. Los lugareños comentan que es un juego autóctono, el cual está perdiendo seguidores en el caminar de las nuevas generaciones, el fotoperiodista: Jesús Alberto Pérez Cuevas, recopiló material durante 2 años de este prehispánico juego en la Región del Évora con el propósito de que no muera.

 J. León en la cancha del juego del “Ulama”, de origen prehispánico. En Mocorito, Sinaloa, México.

            Ya en Mocorito, cuyo significado es: “lugar de muertos, como lo asenté antes”, las actividades continuaron por la tarde y en ese Inter., le pedimos a nuestro amigo Nicasio Antonio Román que nos llevara a donde corrió el moro de cumpas, pero dijo que estaba muy lejos, peligroso y difícil el camino, pero que nos podía llevar a “Rosa Morada”, Mocorito lugar de los “Tigres del Norte”, pues estaba más cerca. Aceptamos la propuesta, tomamos el camino pavimentado, que a decir de Nicasio y los que saben, aseguran que los “Tigres” aportaron económicamente para que se hiciera la carretera pavimentada de Mocorito a Rosa Morada.
 Lic. Martín González Tejada y J. León Rodríguez Zúñiga, en Rosa Morada, Mocorito, Sinaloa.



            En Rosa Morada, platicamos con el ciudadano Isaías Guerrero Zavala, habitante de Rosa Morada, Mocorito, Sinaloa y nos dijo que la pavimentación de la carretera, fue a iniciativa del grupo “Los Tigres del Norte”, pero que la plaza, fue una obra del gobernador. Una vez conocido el lugar de los “Tigres”, regresamos a Mocorito, donde se presentaría un libro titulado “El lugar de la resurrección en Mocorito, El Panteón Reforma” de los autores: Juan Salvador Avilés Ochoa y Luis Antonio García Sepúlveda, estuvimos presentes, siendo un evento cultural emotivo. Juan Salvador Avilés Ochoa, me invitó hace unos años a colaborar en el semanario “La Voz del Norte” y me han publicado varios trabajos de la crónica de Mineral de Bustamante, Tamaulipas.
 Sr. Isaías Guerrero Zavala, habitante de Rosa Morada, quien nos atendió amablemente, muchas gracias amigo. A su  izquierda: J. León Rodríguez Zúñiga, cronista de Mineral de Bustamante, Tamaulipas, México.


            Para culminar las actividades nos trasladamos a diferentes casas, haciendo una callejoneada con la banda del pueblo y a la vez el cronista explicaba quienes vivieron en las casas, dando el dato histórico, culminando en la plaza principal, viendo como elevaban los globos a la fuerza del calor, construidos con varas delgadas y papel de china. EL lugar fue bautizado por José López Portillo, como pueblo globero, cuando fue a un mitin político y al elevar los globos, no le hacían caso, lo dejaron hablando solo, le hacían mas caso a los globos que se elevaban y por esta razón les llamó “pueblo globero” lo cierto es que el espectáculo es impresionante.
 Al centro: Juan Salvador Avilés Ochoa, a su izquierda su esposa y a la derecha J. León Rodríguez Zúñiga, Cronista municipal de Mineral de Bustamante, Tamaulipas, México. En Mocorito.


            De regreso a Salvador Alvarado (Guamuchil) volvimos al lugar campestre, donde nos esperaba una suculenta cena, al ritmo agradable de una música mágica, fue en esa noche, cuando saludé a la responsable por parte de la Secretaría General del Gobierno de Sinaloa, su nombre Sonia Garza, quien pregunto cómo nos estábamos pasando los días y le respondí que excelente; respondió muchas gracias por su visita y su confianza, están en su casa.

            No tardó mucho tiempo, cuando nos dieron la indicación de regresar a los lugares de hospedaje, para descansar, sin olvidar que al otro día, seguirían las actividades programadas. Pero ahora sería en el municipio de “La Angostura” y este tema lo veremos en la próxima columna. RES NON VERBA.

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