Domingo 3 de junio del 2012,
este día como a las 10 de la mañana ensillamos el burro de Chonene y la mula de
Chón grande. Chonene es el apodo de J. Ascensión Rodríguez Herrera, hijo de J.
Ascención Rodríguez Zúñiga, ellos viven en la esquina Allende y Zaragoza de la
Villa de Mineral de Bustamante, Tamaulipas, México. Por tradición J. Ascención
Rodríguez Zúñiga, viene de una familia de gente que le gustó el caballo, prueba
de ello es que su bisabuelo J. Ascención Rodríguez, murió a causa de una patada
de caballo en la vieja propiedad de Gregorio Navarro, Santa Efigenia, por los
años de 1895 a 1905.
J. Ascensión Rodríguez Herrera, en la carretera del Cerro
Borrado y La Mina. Junio 2012.
Pues bien, le pedí a mi
hermano “Chon” que me prestara una remuda para hacerme llegar al tramo
carretero que inició don J. Ricardo Barrón Pérez, hacia el norte de la villa e
invité a “Chonene”, quien pronto me dijo: ¡Sí, jalamos tío!... usted dice a qué
hora. Serían las diez y media de la mañana cuando emprendimos la verdader
cabalgata de campo cerril,
entre matorrales, sotoles, conchillas, cedros, guapillas, lechuguillas,
espadines y otras plantas no muy peligrosas. Pero el niño conocedor de campo me
dijo: ¡Nos faltaron las chaparreras, tío!
J. Ascensión Rodríguez Herrera (Chonene) y
su burro campeador
Cuando llegamos al tramo
buscado, me dijo “Chonene”, este lugar no lo conocía, que pasó aquí tío. Mire,
la verdad es que muchos bustamantenses han querido comunicar a Bustamante de
acuerdo al lugar donde se encuentre y don J. Ricardo Barrón Pérez, vivía en
Santa Efigenia y quería una carretera de su pueblo de nacimiento a su ejido
dónde vivía en esos años de gloria, pero fue difícil hacerlo, sin embargo, no
estaba tan equivocado al querer realizar esta carretera por la cuesta de la
mina, el cerro de la cruz y el borrado.
Después de abrir brecha con machete continuamos la marcha, pasamos por el
puerto de la mina. Los montones de piedra de los descansos de los muertos, la
mina de Guadalupe, hasta llegar al “Tejolote de Roque”, para regresarnos,
después de haber contemplado el “Tejolote II”.
“Chonene”, Tomando agua de “tinaja”
La sed nos traía de una ala,
pero las tinajas, nos dieron la oportunidad de tomar agua al estilo del campo,
pegándonos al espejo del agua hasta llenar el estómago y verdaderamente que
alegría saber que nos calmamos la sed, proseguimos por los caminos internos del
predio el Tejolote de Roque, dimos agua al burro y la mula en las represas y
salimos a paso lento por las veredas hasta tomar la carretera rural Joya de
Palos Blancos – Bustamante. Encontramos a unos pastores, mientras que en la
entrada del pueblo, ahí en la calle Mina con Hidalgo, unos ciudadanos
dialogaban felizmente y en la puerta de la casa de J. Refugio Hernández
Rodríguez, el hombre cargando unas yogas vacías se resistía a introducirse a su
casa, pues no podía conocer al acompañante de “Chonene”, señal indiscutible que
ya se le pierde una pinta.
J.
León Rodríguez Zúñiga.
Al llegar a la casa
desensillamos, dejamos un poco los suaderos a los animales y cada quien para su
casa, más tarde como a las 5:30, empezaron a escucharse unos truenos muy
fuertes y en cuestión de minutos, una lluvia torrencial se descargó en la
villa, relámpagos, truenos, granizo, agua y viento: se confundían,… los Carlos
Trejo, salieron al centro de las calles Escobedo y Zaragoza para ver para dónde
estaba lloviendo, pero tuvieron que meterse por que los granizos estaban respetables,
(pasaban de canica burra) después de unos 45 minutos las calles de poniente a
oriente, eran unos verdaderos ríos y entonces llegó Chonene a decirme. ¿Qué tal
si nos hubiéramos tardado otro poquito tío, como andaríamos, verdad que bien
mojados y mire como don Erasmo se mojo las botas? …. El agua fue muy intensa,
regó todo el plan de los potreros del pueblo.
Así
corría el agua de poniente al sol sale, rumbo al arroyo del pueblo, por la
calle Allende, para desembocar cerca de los domicilios de Leandro Rodríguez
Castillo y Rogelio Pérez Quintero.
Todavía no pasaban las
alegrías del aguacero, cuando se vino otra tormenta política, pues el candidato
a senador por Tamaulipas, tenía programado visitar la villa de Mineral de
Bustamante el día 5 de los corrientes, todos los que lo conocen, saben que fue
un buen gobernante quien apoyó a Bustamante. Trajo la carretera, el Tele
bachillerato “Diódoro Guerra Rodríguez y el profesor José Luis García García,
de San Antonio de Padua, más Telesecundarias, Esc. Primarias y Jardines de
Niños, legalización de los predios urbanos, de agricultura, ganadería y
cerriles, en pocas palabras bienestar para Bustamante. Por lo tanto es bueno
para algunos y malo para otros. Estuvo en la Plaza 20 de Noviembre, ubicada en
las calles Obregón, Victoria, Juárez e Hidalgo.
A éste evento, asistieron
militantes comunes, de compromiso, los que le hicieron ver su suerte en una
visita que realizó cuando era gobernador. En esa ocasión tuvo que abandonar el
escenario para calmar los ánimos y la gente corría en todas direcciones, así lo
recordamos los que lo vimos y Santiago Saldívar, nada más mueve la cabeza
cuando lo trae a su memoria. Ahí, comparecieron políticamente los ex
presidentes: Juan Verber Naba, Roberto Vargas Sánchez, José Antero Medina y el
actual Juvencio Becerra Pérez y el líder político C. Román Barró Torres. Más
los agremiados con futuro incierto. Al político Cavazos hasta los enemigos lo
respetan cuando ponen en la balanza su apoyo para Bustamante, así lo manifestó
un azul de San Miguel de Waldo, asegurando que gracias a él se terminó el
aterradero y los machos carretoneros llegaron para labrar su tierra.
Pero la fiesta priista no
terminó ahí, otro día (7) muy temprano ya estaba listo un autobús de línea,
para trasladar a todos los simpatizantes de Enrique Peña Nieto, hasta la ciudad
de Tampico y claro que los que no saben de grandes jornadas se apuntaron, otros
obligadamente tuvieron que asistir para demostrar su militancia, no faltó quien
dijera ojalá y me pueda tomar la foto, aunque las medidas de seguridad para los
candidatos, es muy fuerte. Los que fuero, se cansaron, esperaron y vieron las
multitudes, regresaron seguros del triunfo, pero también se enteraron de la
resistencia de los otros adversarios. Res non verba.
En
la actualidad, los cuadrúpedos de carga, siguen sobreviviendo para beneficio
del hombre que los cuida y respeta, en una completa sincronía de ayuda mutua.
POSDATA. Próximamente se
presentará un libro en Mineral de Bustamante y se inaugurará el Archivo Municipal. Se contará con la asistencia
del Presidente Nacional de Cronistas de Villas y Ciudades Mexicana. Pofr. y
Lic. José de la O. Holguín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario