(Crónica Mocorito 2012)
Los cronistas de las diferentes
partes del país, ya estábamos identificados y comenzamos a convivir felizmente,
para el día 27 de julio nos correspondía visitar al municipio de “Mocorito”,
Sinaloa, México. Mocorito significa: Lugar
de muertos, según los datos del libreo El lugar de la resurrección. Por lo
tanto, los que nos hospedamos en el hotel sede, nos levantamos a desayunar, fue
entonces cuando se acercó hasta nuestra mesa el compañero profesor Armando
Parra Lau, cronista de la ciudad de Tuxtla Chico, Chiapas, autor del libro:
“Tuxtla Chico historia tradiciones y leyendas”. Este compañero nos ofreció unos
sabrosos frutos de su estado que nos comimos sabrosamente y en seguida dieron
las ordenes de marchar hacía Mocorito, donde nos esperaba la presidenta
municipal Lic. Gloria Himelda Félx Niebla y su honorable cabildo para darnos la
bienvenida en reunión solemne y así fue.
Presidenta Municipal de
Mocorito, Sinaloa. (2011 – 2013)
Una vez que llegamos a Mocorito, vi
una seguridad impresionante, no me quise quedar con la menor duda y entrevisté
brevemente al nuevo presidente nacional de los cronistas, profesor Crescencio
Montoya Cortés, quien me contestó lo siguiente: Mira compañero de Tamaulipas, el señor Gobernador giró las indicaciones
siguientes: “Quiero que cuiden a los cronistas de la pluma de oro nacional, los
cronistas de México”. Por lo pronto deben de tener la máxima seguridad,
continuo diciendo Crescencio…En estos momentos, hay más de 600 elementos, entre
federales, estatales, civiles, protección civil y municipales, pues sabemos que
el Congreso estuvo amenazado por falsas alarmas, pero es todo lo contrario.
Profesor Crescencio Montoya Cortés y
J. León Rodríguez Zúñiga, en Mocorito, Sinaloa.
La
entrevista, fue en las vísperas de la reunión solemne con la presidenta
municipal, quien nos atendió cordialmente y después nos fuimos a las mesas de
trabajo donde el café y los bocadillos hacían mas ameno el momento, como
aquello de las 12:30 horas, le pedí información a un mesero sobre la comida y
me aseguró, no se preocupe desde ayer amarramos la vaca para matarla y darles
de comer a todos; mientras tome su café. En Mocorito, toda la gente es muy
atenta, claro que habrá detalles, pero lo que vimos, fue tranquilidad, tiene
una iglesia colonial que conserva todo su mobiliario primitivo, con mucha pena
acompañamos el cuerpo de un cronista que murió un día antes, cronista de
Mocorito y después a la foto del recuerdo. De ahí de Mocorito, es el general
más joven que dio la Revolución Mexicana “Rafael Buelna”, que por cierto muy
pronto saldrá una película de su vida y obra, a Buelna, lo he localizado muy
cerca de Carranza, Obregón y el Gral. Alberto Carrera Torres.
Les comentaba que un mesero me dijo
que la vaca estaba lista para la comida,… cuando llegó la hora del alimento nos
trasladaron a una palapa sobria, donde tenían los mejores platillos, hasta un
queso muy rico, tortillas a mano, banda de viento al estilo Sinaloa y entonando
el corrido del “Moro y la Mora”, de Crescencio Montoya Cortés (autor), y el
sinaloense de rigor, para cuando llegué a la mesa, ya estaba el licenciado
Martín González Tejada con un buen amigo de nombre: Nicasio Antonio Román, regidor del H.
Ayuntamiento de Salvador Alvarado, Sinaloa.(Guamúchil), quien nos brindó todas
las atenciones.
Ing.
Nicasio Antonio Román y el cronista de Mineral de Bustamante, Tamaulipas. J.
León Rodríguez Zúñiga. En Rosa Morada, Mocorito, Sinaloa, tierra de “Los Tigres
del Norte”.
Después
de la comida, nos llevaron a presenciar el juego denominado: “Ulama”. El Ulama
es un juego prehispánico que se ha vuelto una tradición para algunas familias
de Sinaloa. Se juega con la presencia de dos equipos y utilizan una pelota que
pesa aproximadamente medio kilo y le pegan con el antebrazo, pero si la topas
con la mano puede causarte problemas por la velocidad y el peso. Los lugareños
comentan que es un juego autóctono, el cual está perdiendo seguidores en el
caminar de las nuevas generaciones, el fotoperiodista: Jesús Alberto Pérez
Cuevas, recopiló material durante 2 años de este prehispánico juego en la
Región del Évora con el propósito de que no muera.
J. León en la cancha del juego del
“Ulama”, de origen prehispánico. En Mocorito, Sinaloa, México.
Ya en Mocorito, cuyo significado es:
“lugar de muertos, como lo asenté antes”, las actividades continuaron por la
tarde y en ese Inter., le pedimos a nuestro amigo Nicasio Antonio Román que nos
llevara a donde corrió el moro de cumpas, pero dijo que estaba muy lejos,
peligroso y difícil el camino, pero que nos podía llevar a “Rosa Morada”,
Mocorito lugar de los “Tigres del Norte”, pues estaba más cerca. Aceptamos la
propuesta, tomamos el camino pavimentado, que a decir de Nicasio y los que
saben, aseguran que los “Tigres” aportaron económicamente para que se hiciera
la carretera pavimentada de Mocorito a Rosa Morada.
Lic. Martín González Tejada y J. León
Rodríguez Zúñiga, en Rosa Morada, Mocorito, Sinaloa.
En Rosa Morada, platicamos con el
ciudadano Isaías Guerrero Zavala, habitante de Rosa Morada, Mocorito, Sinaloa y
nos dijo que la pavimentación de la carretera, fue a iniciativa del grupo “Los
Tigres del Norte”, pero que la plaza, fue una obra del gobernador. Una vez
conocido el lugar de los “Tigres”, regresamos a Mocorito, donde se presentaría
un libro titulado “El lugar de la resurrección en Mocorito, El Panteón Reforma”
de los autores: Juan Salvador Avilés Ochoa y Luis Antonio García Sepúlveda,
estuvimos presentes, siendo un evento cultural emotivo. Juan Salvador Avilés
Ochoa, me invitó hace unos años a colaborar en el semanario “La Voz del Norte”
y me han publicado varios trabajos de la crónica de Mineral de Bustamante,
Tamaulipas.
Sr.
Isaías Guerrero Zavala, habitante de Rosa Morada, quien nos atendió
amablemente, muchas gracias amigo. A su izquierda: J. León Rodríguez Zúñiga, cronista
de Mineral de Bustamante, Tamaulipas, México.
Para culminar las actividades nos
trasladamos a diferentes casas, haciendo una callejoneada con la banda del
pueblo y a la vez el cronista explicaba quienes vivieron en las casas, dando el
dato histórico, culminando en la plaza principal, viendo como elevaban los
globos a la fuerza del calor, construidos con varas delgadas y papel de china.
EL lugar fue bautizado por José López Portillo, como pueblo globero, cuando fue
a un mitin político y al elevar los globos, no le hacían caso, lo dejaron
hablando solo, le hacían mas caso a los globos que se elevaban y por esta razón
les llamó “pueblo globero” lo cierto es que el espectáculo es impresionante.
Al
centro: Juan Salvador Avilés Ochoa, a su izquierda su esposa y a la derecha J.
León Rodríguez Zúñiga, Cronista municipal de Mineral de Bustamante, Tamaulipas,
México. En Mocorito.
De regreso a Salvador Alvarado
(Guamuchil) volvimos al lugar campestre, donde nos esperaba una suculenta cena,
al ritmo agradable de una música mágica, fue en esa noche, cuando saludé a la
responsable por parte de la Secretaría General del Gobierno de Sinaloa, su
nombre Sonia Garza, quien pregunto cómo nos estábamos pasando los días y le
respondí que excelente; respondió muchas gracias por su visita y su confianza,
están en su casa.
No tardó mucho tiempo, cuando nos
dieron la indicación de regresar a los lugares de hospedaje, para descansar,
sin olvidar que al otro día, seguirían las actividades programadas. Pero ahora
sería en el municipio de “La Angostura” y este tema lo veremos en la próxima
columna. RES NON VERBA.