“LUCHAR POR EL PROGRESO ES NUESTRO COMPROMISO”

Distinguidos invitados de honor

Apreciables damas y caballeros

Público en general.

Con el permiso de todos ustedes:

Cuando Hernán Cortés Pizarro conquistó Tenochtitlan aquel 13 de agosto de 1521, se inició una lucha desigual entre españoles e indígenas, los primeros superiores en armas y caballos, mientras que los nuestros eran muchos, pero supersticiosos y además con riñas internas, por eso nos dominaron los peninsulares.

Después de 225 años de conquista desde la ciudad de México hacia los cuatro puntos cardinales, correspondió a nuestra región soportar la conquista por los  hombres de acaballo y grandes  vestimentas franciscanas, quienes decían buscar el bienestar terrenal con un nuevo Dios y a favor de los grupos indígenas que se habían remontada en  la Sierra Madre Oriental, son los indios “pisones”, quienes habitaban este valle, estos cerros, la mesa de Guadalupe y el paraje “El Pantano”, lugar nativo de los indios pisones, según informes de los padres franciscanos y los primeros hombres mineros que visitaron el lugar durante  los años de 1746 a 1749 y atestiguan que 24 indios pisones. 9 hombres grandes, 7 mujeres y 8 párvulos niñas y niños habitaban el lugar citado.

Es el año de 1746, cuando el minero prominente Antonio Garay, originario de Charcas, San Luis, Potosí; envió a su administrador Nicolás Jacinto de Salazar acompañado de unos cuantos hombres, (seguramente no pasaba de 10 personas) quienes llegaron  hasta el paraje “El Pantano”, donde abrieron las primeras minas llamadas: “Santa Ana, Las Animas y La Asunción”. Llevaron los metales a Real de Charcas y comprobaron que producían plata.

Se regresaron nuevamente a Real de Charcas y el paraje quedó solo por dos años, fue el año de 1748, cuando volvieron nuevamente, pero ahora los gamusinos eran: Nicolás Jacinto de Salazar, Nicolás Antonio del Castillo, Patricio Pérez y cinco (5) peones, en total 8 personas y sacaron 6 cargas de metal de las mismas minas, regresando todos a Real de Charcas, pero para ese tiempo ya vivían los indios pisones en  el  paraje del Pantanito.

Comprobaron una vez más que daban plata y don Nicolás Jacinto de Salazar, solicitó al coronel Don José de Escandón que le permitiera hacer población en el lugar.

El fundador del Nuevo Santander, le concedió el permiso, pero don Nicolás Jacinto de Salazar, tenía que entregar una hacienda que administraba en la jurisdicción de Matehuala, se retardó en venir fue entonces cuando   don Nicolás Antonio del Castillo, sus hermanos Ignacio, José Manuel, esposas y varios sirvientes formaron un contingente de 24 familias e  iniciaron la marcha desde el  Real de Charcas rumbo al paraje del Pantano, para fundar el nuevo pueblo, llegando el día 19 de febrero de 1749 al punto conocido como el “pantano”, dándolo por fundado en forma provisional el mismo día.

Nos dice Gabriel Saldívar y Silva (historiador tamaulipeco) que fue en la primera etapa de la colonización iniciada por don José de Escandón, luego de haber fundado la villa de Santa Bárbara ahora Ocampo, el 19 de mayo de 1749, ya de camino rumbo a Querétaro, cuando ordenó erguir en villa  el 26 de mayo, el poblado que se había formado cercano a unas bocaminas, con el nombre de “Real de los Ynfantes”.

En  consecuencia, puedo asegurar sin temor de equivocarme, que el 19 de mayo de 1749, se dio la orden y titulo de villa al pueblo de Real de los Ynfantes y no el 27 de agosto de 1828, cuando se cambia el nombre de Real de los Ynfantes por “Mineral de Bustamante, de acuerdo al decreto ejecutado por el congreso del estado a propuesta del gobernador don Lucas Fernández.

    

Hoy, a 262 años de su fundación y bajo este marco histórico muy propio del mes de mayo, afirmamos que somos un Tamaulipas y un  Mineral de Bustamante más fuertes, pues todos unidos y dirigidos por usted señor gobernador Egido Torre Cantú y nuestro presidente municipal Juvencio Becerra Pérez. Podremos salir siempre adelante. Pues juntos encontramos la fortaleza diaria en  la constante lucha progresista al servicio de nuestro pueblo.

Muchas gracias.