jueves, 3 de mayo de 2012

ALBERTO CARRERA TORRES EN YUCATÁN 1914. (Crónica).


 
La patrulla municipal llegó hasta mi domicilio, en Allende y Zaragoza Núm. 26 de la Villa de Mineral de Bustamante, los ánimos se sobresaltaron y el candado del león vigilante dio testimonio de la visita del uniformado. Después me di cuenta que el motivo era nada menos que entregarme una invitación con número 2011/2013, fechado el 12 de abril del 2012, para que asistiera el 23 de los corrientes al punto denominado “Rancho Atarjeas”, municipio de Mineral de Bustamante, Tamaulipas, México, para celebrar el 125 aniversario del nacimiento del niño Alberto Carrera Torres y firmado por el C. Juvencio Becerra Pérez, presidente municipal en turno.


A lo cual no me negué, porque hablar del general Carrera Torres, es un honor para cualquier mortal que ame a su pueblo, Tamaulipas y México, no da vergüenza disertar sobre este personaje revolucionario nacido en Atarjeas el año de 1887, según su madre doña Juana Torres Villanueva originaria de San Antonio de Padua, Municipio de Mineral de Bustamante, Tamaulipas.
El secretario del Republicano Ayuntamiento de Mineral de Bustamante, profesor Espiridión Rojas Carrillo, me citó a las 8 de la mañana en los pasillos de la presidencia municipal, ubicada en la calle Zaragoza, número 28 de la propia Villa,  el día  lunes 23 y acudí puntualmente, para hacerme llegar hasta el Rancho Atarjeas. Los trabajadores se miraban unos a otros y preguntaban en qué se trasladarían al lugar, entre ellos estaba mi primo Artemio Pérez Llamas y el tío Leandro Rodríguez Castillo,… unos brincaban de gusto y otros lamentaban la comisión, pero el oficial mayor Darío Verber Mendoza, repartía indicaciones que muchas de las veces se dan con anterioridad, entre tanto movimiento me dijo: profe te vas por favor en la patrulla y allá voy hecho la cochinilla, cuál sería mi sorpresa; que me tocó de único compañero a don Román Barrón Torres, nos dio gusto vernos y tomar el camino rumbo a dónde nació el niño Alberto Carrera Torres el 23 de abril de 1887.
La marcha se inició desde frente de la comandancia, tomamos la calle Juárez hacia el sol sale, doblamos en la calle Morelos a la derecha, quebramos en la de Ocampo rumbo al este y en el entronque con la calle Matamoros, circulamos por toda la “AVENIDA ALBERTO CARRERA TORRES”, hasta doblar en el arroyo del “poeta”, muy cerca del ranchito de don Bernardo Maldonado, quien dicen  tapó el camino Real, pero él no tiene la culpa, sino las leyes que no se aplican. La Avenida Carrera Torres debe prolongarse hasta el Ejido general Felipe Ángeles con el tiempo.
Continuamos, pasando por Felipe Ángeles, anteriormente “el Gavilán”, desde tiempos de la fundación del Real de los Ynfantes, 1749, vimos las curvas de “Zitácuaro”, la caída del agua ausente de las “Pozas” ahora abandonadas y azolvadas por descuido; el paisaje artístico nos invitaba a continuar cruzando el entronque del Aguacate y El Conche o San Miguel de Waldo, para en un kilómetro aproximadamente, tomar el camino de terracería con destino a Calabacillas, (también bautizada en tiempos de la cruzada de “alfabetización 2004” por el seño Eduardo Balderas González, originario de llera Tamaulipas como la “brecha del mudo”) ,. Muy cerca de este ejido viramos a la derecha, para enfilarnos cuesta arriba hasta el rancho, seguramente éramos los primeros que íbamos desde Mineral de Bustamante y en uno de los arroyos, tuvimos que pararnos, pues el vehículo no pasaba y fue necesario que don Román Barrón Torres se bajara para aventar piedras y así poder proseguir el camino a nuestro objetivo y claro ante la mirada incrédula del conductor de la patrulla, quien lo miró atento, tal vez pensando… ¡No lo puedo creer! ….
C. Román Barrón Torres, originario de la Villa de Mineral de Bustamante, Tamaulipas.

Después de unos minutos, salvamos el obstáculo, continuamos y le pregunté al conductor de apellido Becerra: ¿Usted,  ya conoce el punto a donde vámos?.... Su respuesta fue rápida y contundente: ¡No! En un silencio amigable, observábamos el camino de difícil transitar, los samahuiles o palo blanco, las piedras suelta y de pronto avizoramos la casa de piedra y mescla de cal y arena del rancho propiedad de Francisco Ibargüengoitia en 1910, donde mandó hacer conductos de agua, más de tres “atarjeas” (de ahí viene el nombre) y la casa que seguramente no se terminó de techar, pues la revolución ya estaba encima. El chofer  se estacionó a unos cuantos pasos de la primera atarjea, dicho y hecho fuimos los primeros en llegar, solamente una camioneta de un ejidatario estaba en el lugar, pero en su propia actividad del campo. 
Atarjea y caño, en atarjea. Foto: J. León Rodríguez Zúñiga.

Nos bajamos, para ver cómo llegaba el agua cristalina hasta los depósitos de fuertes muros, contrafuertes bien cimentados y planeados, después fueron llegando poco a poco los invitados, los adultos mayores hacían fila para saludar en forma incrédula a don Román y uno de ellos le trajo saludos desde Estación Manuel, Tamaulipas, otros recordaban viejos tiempos y así fue creciendo el grupo de visitantes.
Las escuelas responsables del acto cívico fueron: La escuela Tamaulipas y la Extensión de Bachillerato Alberto Carrera Torres, ubicadas en el Ejido Calabacillas. Dirigidas por el profesor Fermín Martínez y el de bachiller de apellido Moreno Alfaro, ambos hijos del ejido. Antes de iniciar la ceremonia, esperamos pacientemente que llegara el C. Juvencio Becerra Pérez, presidente municipal, quien se encontraba en la ciudad de Tula en otro evento cívico-político realizado por la mañana, acompañado por el tesorero municipal, Victoriano Huerta Capetillo, (el otro se llamaba Victoriano Huerta Márquez) el síndico municipal Ociel López y su secretario del ayuntamiento profesor Espiridión Rojas Carrillo.
Todo marchaba sanamente, los estudiantes hacían su día de campo, observaron la corriente del agua, las atarjeas, la casa…., Los vestigios y el valle serrano, que nada tiene que ver con la errónea nomenclatura de “altiplano”, pero en política comer chapulines, jilgueros y pájaros azules; es bueno. El director del Centro de Estudios a distancia del estado de Tamaulipas. Dr. Diódoro Guerra Rodríguez, desde tiempos del profesor Moisés, ya estaba en el lugar, quien informó a un servidor que su escuela había obtenido el primer lugar en volibol varonil en el estado recientemente y que en otros aspectos, también lograron buenos resultados. ¡Felicidades! Muchachos.
Mascarón del profesor y general Alberto Carrera Torres, del escultor Omar Galán. 23 de abril de 1887 a 16 de febrero de 1917. Ubicado en la Plaza de Armas de la Villa de Mineral de Bustamante, Tamaulipas. México. Fotografía: J. León Rodríguez Zúñiga. 2011.


Profesor Hipólito Martínez Coronado. Foto J. León Rodríguez Zúñiga.

Con agrado vi como llegaba una camioneta de reciente modelo, desconocida, dio la vuelta, se estacionó correctamente y se bajó un viejo maestro que conocí cuando era estudiante de primaria, precisamente en la Carrera Torres de la Villa de Bustamante, su nombre Hipólito Martínez Coronado, cómo recuerdo que llegó en un carrito menudo y empezó a dar vueltas en la plaza y luego se estacionó frente a la primaria, era el año de 1972. El maestro se encaminó hacia el presídium vio detenidamente la casa y la manta del héroe tamaulipeco,… fui a su encuentro, lo salude y le dije, maestro Coronado; Respondió: Profesor Hipólito Martínez Coronado, viejo supervisor de Bustamante, admirador de Carrera Torres y gracias al reportaje del cronista de Bustamante, sobre Carrera, estoy aquí y tú quien eres…Le respondí, un alumno que lo conoció hacen varios años, pero se me quedo el apellido de “Coronado”. Lo invité a sentarse bajo un mezquite joven, no sin antes presentarlo con don Román Barró Torres y todos los que lo rodeaban, (resultaron conocidos) en eso estábamos cuando, se vio llegar una camioneta negra, cerrada y entre voz baja dijeron: ¡Ya llegó el presidente municipal!
Don Juvencio Becerra Pérez, se dirigió al mezquite, presenté al maestro y acto seguido, Maximino Castillo Becerra, dio la orden de empezar, había que pasar al presídium, muy modesto por cierto, pero un verdadero acontecimiento cívico, sin tintes políticos, según se veía. El maestro Fermín, tomó el micrófono, invitó  a todos los presentes a concentrarse, otros se quedaron por las atarjeas, pero la mayoría se cobijaron bajo la sombra de los mezquites, pues el sol estaba quemante. Se presentaron uno a uno los invitados, se entonaron los himnos a México y a Tamaulipas con los honores de rigor, con la mano en el corazón, los que están al día y después siguió el orden del programa, después de la participación del presidente municipal, el maestro Hipólito Martínez Coronado, pidió la palabra, pare enaltecer la figura del profesor y general Alberto Carrera Torres, proponerle al presidente que sr organice con los presidentes municipales de la región y las autoridades educativas, para pedir una cooperación y lograr hacer una estatua ecuestre del general Carrera torres y sea colocada en Atarjeas, pues aseguró que lo merece, por ser un revolucionario ejemplar.
 Cuando al cronista municipal de Mineral de Bustamante le correspondió participar, se concretó a dar un documento oficial del profesor y general Alberto Carrera Torres, fechado en 1914, en Yucatán, que dice lo siguiente:

Acta de la protesta del Gobernador Provisional y Comandante Militar del Estado.
                                                                                                                                                               
En la ciudad de Mérida, capital del Estado de Yucatán, a los nueve días del mes de septiembre del año de mil novecientos catorce, siendo la una y veinte minutos de la tarde, el señor General Alberto Carrera Torres, Jefe de División Peninsular del Ejército Constitucionalista, constituido en el Palacio del Poder Ejecutivo del Estado, designó al señor Coronel Joaquín Mucel y a los licenciados Amado Cantón Meneses y Víctor J. Manzanilla para que los acompañaran en el acto de recibir la protesta legal al señor Mayor de Ingenieros Eleuterio Ávila, designado por el Jefe Supremo del Ejército Constitucionalista para desempeñar el cargo de Gobernador Provisional y Comandante Militar del Estado. Al efecto, estando presente numerosos elementos del pueblo yucateco, representantes de sus diversas actividades y clases sociales, compareció el expresado señor Mayor Ávila y el señor General Carrera Torres lo interrogó en los términos siguientes: “¿Protestáis señor Mayor e Ingeniero Eleuterio Ávila desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Gobernador Provisional y Comandante Militar del Estado de Yucatán para el cual fuisteis nombrado por el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista y cumplir y hacer cumplir la Suprema Constitución Política de la República, las Leyes de Reforma y todas las disposiciones y órdenes emanadas del Supremo Gobierno Constitucionalista?” A lo que el señor Mayor Ávila, respondió: “Sí protesto”. Y el señor General Carrera Torres, agregó: “Si no lo hiciereis así, la nación os lo demande”. Con lo que concluyó el acto levantándose la presente para constancia que firman las personas nombradas.- General Alberto Carrera Torres.- El Coronel J. Mucel.- El Mayor E. Ávila.- Víctor J. Manzanilla.- Amado Cantón Meneses. (DOGEY, 10 de septiembre de 1914, p. 3774)

C. Juvencio Becerra Pérez, Presidente Municipal, 2011-2013.  Rindiendo homenaje en el lugar de nacimiento del niño Alberto Carrera Torres, el 23 de abril de 1887, Rancho Atarjeas, Municipio de Mineral de Bustamante, Tamaulipas, México. Foto: J. León Rodríguez Zúñiga. Cronista Municipal.

Después de dar una breve reseña de su vida, consideré necesario dar a conocer este documento inédito en la historia de la Revolución Mexicana, donde jugó un papel muy importante, el general Alberto Carrera Torres. Al concluí el acto, nos invitaron a convivir y degustar con unas sabrosas gordas de campo hechas por mujeres de Calabacillas y de Mineral de Bustamante. Res non verba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario